Una tableta en medio de un atasco
Desde sus comienzos, en Tesla querían desarrollar vehículos eléctricos que compitiesen con los modelos convencionales, pero sin parecerse a ellos, rompiendo con casi todo lo establecido y aprovechando las últimas tecnologías. Por eso, una gran pantalla central de 43 centímetros –más parecida a un iPad aumentado que a una consola tradicional– controla todos los elementos del vehículo e incluso tiene conexión a Internet. Se maneja del mismo modo que una tableta y es muy fácil navegar para quien sepa manejar un ordenador y no tanto para quien no. Este es probablemente el signo más evidente de que el coche está diseñado y fabricado en Silicon Valley y no en Detroit. Tanto es así, que en la consola solo hay dos botones, uno para los intermitentes de emergencia y otro para abrir la guantera. Ni mandos para la calefacción ni la radio ni nada… No sabemos si este es el camino a seguir, pero, también en este sentido, el Tesla es un pionero. Y siguiendo esta lógica, también se puede actualizar y reprogramar directamente como cualquier otro aparato electrónico sin necesidad de acudir al taller. […]