Uber desembarcó el martes en Madrid y, con ella, prendió de nuevo el conflicto entre esta aplicación de móvil para el transporte entre particulares y el sector del taxi, que protesta contra un servicio que considera competencia desleal.
La compañía, que opera en Barcelona desde abril entre movilizaciones de los profesionales, no comunica ni el número de usuarios ni el número de conductores que forman parte de su red. Son los suficientes, señala, para que cualquier usuario que pida un coche no tarde más de unos cinco o siete minutos en recibirlo.El cliente lo pide a través de su móvil y acto seguido recibe notificación del nombre del conductor, el vehículo que conduce y los minutos que tardará en recogerlo. La web de Uber da precios orientativos por algunas carreras: desde el estadio Santiago Bernabeu hasta Sol, entre siete y 10 euros; de Sol a Marqués de Urquijo, unos cuatro o seis; y entre Arturo Soria y Príncipe Pío, de nueve a 13 euros.
La Consejería de Transportes, Infraestructuras y Vivienda de la Comunidad de Madrid mandó un requerimiento a la empresa para que no inicie su actividad hasta que acredite en el plazo de 10 días que cumple con la legalidad vigente.
Los chóferes ocasionales son particulares que se ofrecen para transportar a otros particulares a cambio de una retribución. La Ley de Ordenación del Transporte Terrestre define en su artículo 101, y su Reglamento de desarrollo (ROTT) en su artículo 156, el transporte privado particular, estableciendo que está exento de autorización y que, por tanto, puede prestarse libremente. «En este supuesto encajarían aquellas plataformas que estuvieran orientadas a compartir costes sin ánimos de lucro o beneficio económico que no realicen servicios profesionales de transporte bajo remuneración económica», explican desde el Ministerio de Fomento.
Fenómenos como Uber o la aplicación Blablacar, para compartir coches entre ciudades, ha cogido a las administraciones con el paso cambiado, sin instrumentos legales suficientemente actualizados para dar respuesta o cobertura a actividades muy vinculadas a las aplicaciones móviles.
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