La batería del smartphone suele ser uno de sus puntos más débiles. Si haces mucho uso del móvil lo normal es que, al final del día, no te llegue la batería. Pero lo peor son esos dias en los que tienes que hacer un uso realmente instensivo de tu smartphone y, o bien a mediodía empiezas a buscar desesperadamente un enchufe o bien tienes que ir cargando con baterias adicionales o boosters.
Evidentemente, esperemos que no vaya a ser siempre así. No queremos tener que ir siempre con cargadores, conociendo los lugares, en aeropuertos, estaciones o cafeterías, donde poder cargar nuestro móvil. Hay muchos ingenieros y científicos estudiando cómo alargar la vida de nuestras baterías, cómo conseguir mejores baterías con nuevos materiales, o incluso formas de cargarlas que eliminen su esclavitud del enchufe.
Una de las principales ideas para alargar la vida de la batería es conseguir que esta se vaya recargando sola a partir de placas solares. Ya se ha comercializado algún modelo como el Samsung Blue Earth o el LG Pop, también conocido como LG GD510, que se recargan gracias a la placa solar que poseen en la carcasa trasera. El LG Pop, por ejemplo, es un móvil que salió a la venta en 2009, por lo que ya tiene unos años y, evidentemente, la placa solar tiene un rendimiento que ahora nos parece limitado (por cada diez minutos de exposición al sol obteníamos unos 2 minutos y 15 segundos de conversación o hasta 3 horas de autonomía), números que, en muchos casos, pueden ser justo lo que necesitamos para llegar al final del día conectados.
En cambio, la tendencia actual en cuanto a placas solares para móviles la encontramos en las propias pantallas. En el MIT están desarrollando unas placas solares transparentes que irían incorporadas junto a la pantalla.
Se trata de unos cristales que contienen moléculas orgánicas que absorben luz solar no visible, por lo que para el ojo humano son transparentes. Por esta razón ya se están pensando en desarrollos para incorporarlas a ventanas y pantallas de móviles o tablets.
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